Todo alimento, aun el más delicioso, le resulta entonces insoportable.
Que le hace que su vida aborrezca el pan, Y su alma la comida suave.
Ellos pierden el apetito; no desean ni la comida más deliciosa.
cuando está hastiado del pan y rechaza los manjares apetitosos.
Hasta que su alma llega a aborrecer el pan, Y su garganta el manjar más delicado.
cuando su vida tiene asco del pan y su alma de manjares exquisitos,