Job 1:5 - Biblia Dios habla hoyTerminados los días del banquete, Job llamaba a sus hijos y, levantándose de mañana, ofrecía holocaustos por cada uno de ellos, para purificarlos de su pecado. Esto lo hacía Job siempre, pensando que sus hijos podían haber pecado maldiciendo a Dios en su interior. Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 1960Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción VivienteCuando las fiestas terminaban —a veces después de varios días— Job purificaba a sus hijos. Se levantaba temprano por la mañana y ofrecía una ofrenda quemada por cada uno de ellos, porque pensaba: «Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en el corazón». Esta era una práctica habitual de Job. Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)Una vez terminados los días de esos banquetes, Job los mandaba a llamar para purificarlos; se levantaba muy temprano y ofrecía sacrificios por cada uno de ellos, pues decía: 'Puede que mis hijos hayan pecado y ofendido a Dios en su corazón. Así hacía Job. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a EdicionY ocurría que al finalizar los días del festín, Job enviaba por ellos° para purificarlos, y levantándose de madrugada, ofrecía holocaustos por todos ellos, conforme a su número, pues decía Job: Quizás mis hijos han pecado contra ’Elohim y blasfemado en su corazón. Así hacía Job siempre. Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 1975Una vez terminados los días de banquete, Job los hacía venir para purificarlos y, levantándose muy de mañana, ofrecía un holocausto por cada uno de ellos, pues se decía para sí: 'Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón'. Así hacía Job constantemente. Ver Capítulo |