«¡Babilonia, tú eres mi mazo, mi arma de guerra! Contigo destrozo naciones y destruyo reinos.
Martillo me sois, y armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré naciones, y por medio de ti destruiré reinos.
«Tú eres mi hacha de guerra y mi espada —dice el Señor—. Contigo destrozaré naciones y destruiré muchos reinos.
Yo te usé como un martillo, como una maza para el combate.
Tú° fuiste mi mazo y mis armas de guerra: Por medio de ti he hecho pedazos las naciones, Por medio de ti aniquilé reinos,
Martillo fuiste para mí, instrumento de guerra. Contigo martillé naciones, contigo destruí reinos;