Entonces él me dijo: «Bueno, te permito que uses estiércol de vaca en vez de estiércol humano, para cocer tu pan.»
Y me respondió: He aquí te permito usar estiércol de bueyes en lugar de excremento humano para cocer tu pan.
«Está bien —dijo el Señor—. Puedes cocinar tu pan con estiércol de vaca en vez de excremento humano».
Entonces me dijo: 'Te concedo que para el fuego en que cuezas tu pan uses excrementos secos de animales en vez de los excrementos humanos.
Me respondió: He aquí te concedo que prepares tu pan, no sobre excremento humano sino sobre boñigas.
Él me respondió: 'Bien: te concedo boñigas de vaca en vez de excrementos humanos para que cuezas tu pan con ellas'.