—¡El enemigo y adversario es este malvado Amam! —respondió Ester. Al oír esto, Amam se quedó paralizado de miedo ante el rey y la reina.
Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.
Ester contestó: —Este malvado Amán es nuestro adversario y nuestro enemigo. Amán se puso pálido de miedo delante del rey y de la reina.
Ester respondió: '¡El adversario, el enemigo está aquí! ¡Es Amán, ese hombre malvado!» Amán quedó helado de espanto ante el rey y la reina.
Ester dijo: ¡El adversario y enemigo es este malvado Amán! Y Amán quedó aterrorizado delante del rey y de la reina.
Ester le respondió: 'El perseguidor y enemigo es este malvado Amán'. Y Amán quedó aterrado delante del rey y de la reina.