Que su adorno sean las buenas obras, como corresponde a las mujeres que quieren honrar a Dios.
sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
Pues las mujeres que pretenden ser dedicadas a Dios deberían hacerse atractivas por las cosas buenas que hacen.
Si una mujer ha recibido una formación realmente religiosa, las buenas obras han de ser sus adornos.
sino con buenas obras, lo cual conviene a mujeres que profesan la piedad.
sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que hacen profesión de religiosidad.