El Señor dice a Israel: “Los campesinos de Egipto, los comerciantes de Etiopía y la gente de Sabá, de alta estatura, se rendirán a ti y serán tus esclavos; irán encadenados detrás de ti, se arrodillarán delante de ti y te suplicarán: ‘Ciertamente que Dios está entre vosotros, y no hay más, no hay otro dios.’ ”