Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Juan 3:2 - Dios Habla Hoy Versión Española

2 fue de noche a visitar a Jesús. Le dijo: –Maestro, sabemos que has venido de parte de Dios a enseñarnos, porque nadie puede hacer los milagros que tú haces si Dios no está con él.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Una noche, fue a hablar con Jesús: —Rabí —le dijo—, todos sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Las señales milagrosas que haces son la prueba de que Dios está contigo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que tú haces, a no ser que Dios esté con él.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Éste vino a Él de noche, y le dijo: Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que Tú haces, si no está Dios con Él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Éste fue de noche a ver a Jesús y le dijo: ' Rabbí, nosotros lo sabemos: tú has venido de parte de Dios en calidad de maestro. Porque nadie puede hacer esas señales que tú haces, si Dios no está con él'.

Ver Capítulo Copiar




Juan 3:2
30 Referencias Cruzadas  

La mujer le respondió: –Ahora sé que realmente eres un hombre de Dios, y que lo que dices es la verdad del Señor.


“Escuchadme, vosotros que sabéis lo que es justo, pueblo que toma en serio mi enseñanza. No temáis las injurias de los hombres ni os dejéis abatir por sus insultos,


Pero, en secreto, el rey Sedequías hizo este juramento a Jeremías: –Te juro por el Señor, que nos dio la vida, que no te mandaré matar ni te entregaré en manos de los que quieren matarte.


Así que enviaron a algunos de los partidarios de ellos, junto con otros del partido de Herodes, a decirle: –Maestro, sabemos que tú siempre dices la verdad, que enseñas de veras a vivir como Dios manda y que no te dejas llevar por lo que dice la gente, porque no juzgas a los hombres por su apariencia.


ser saludados con todo respeto en la calle y que la gente los llame maestros.


“Pero vosotros no os hagáis llamar maestros por la gente, porque todos sois hermanos y uno solo es vuestro Maestro.


Estos fueron y le dijeron: –Maestro, sabemos que tú siempre dices la verdad, sin dejarte llevar por lo que dice la gente, porque no juzgas a los hombres por su apariencia. Tú enseñas a vivir como Dios ordena. ¿Estamos nosotros obligados a pagar impuestos al césar, o no? ¿Debemos o no debemos pagarlos?


Jesús se volvió y, al ver que le seguían, les preguntó: –¿Qué estáis buscando? Ellos dijeron: –Maestro, ¿dónde vives?


Pero si las hago, creed en ellas aunque no creáis en mí, para que de una vez por todas sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre.


A pesar de que Jesús había hecho tan grandes señales milagrosas delante de ellos, no creían en él,


¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las cosas que yo os digo no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace su propia obra.


No tendrían culpa alguna si yo no hubiera hecho entre ellos cosas que ningún otro ha hecho; pero ya han visto estas cosas y, sin embargo, me odian a mí y odian también a mi Padre.


Esta fue la primera señal milagrosa que hizo Jesús en Caná de Galilea. Con ella mostró su gloria, y sus discípulos creyeron en él.


Jesús entonces le dijo: –¡María! Ella se volvió y le respondió en hebreo: –¡Rabuni! (que quiere decir “Maestro”).


y fueron a decirle a Juan: –Maestro, el que estaba contigo al oriente del Jordán, aquel de quien nos hablaste, ahora está bautizando y todos le siguen.


Mientras tanto, los discípulos le rogaban: –Maestro, come algo.


Pero tengo a mi favor un testimonio de más valor que el de Juan. Lo que yo hago, que es lo que el Padre me encargó que hiciera, prueba que de veras el Padre me ha enviado.


Mucha gente le seguía porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos.


Muchos creyeron en él, y decían: –Cuando venga el Mesías, ¿hará acaso más señales milagrosas que este hombre?


Algunos fariseos dijeron: –El que hizo eso no puede ser de Dios, porque no respeta el sábado. Pero otros decían: –¿Cómo puede alguien, siendo pecador, hacer esas señales milagrosas? De manera que estaban divididos.


Sabéis que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que este anduvo haciendo el bien y sanando a cuantos sufrían bajo el poder del diablo, porque Dios estaba con él.


“Escuchad, pues, israelitas, lo que voy a decir: Como bien sabéis, Jesús de Nazaret fue un hombre a quien Dios acreditó ante vosotros haciendo por medio de él grandes maravillas, milagros y señales.


Y al verme preso, la mayoría de los hermanos se ha animado a anunciar el mensaje, sin miedo y con más confianza en el Señor.


Entonces Gedeón tomó a diez de sus sirvientes e hizo todo lo que el Señor le había mandado; solo que no lo hizo de día, sino durante la noche, por miedo a la familia de su padre y a los hombres de la ciudad.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos