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Juan 13:1 - Dios Habla Hoy Versión Española

1 Era la víspera de la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de dejar este mundo para ir a reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Antes de la celebración de la Pascua, Jesús sabía que había llegado su momento para dejar este mundo y regresar a su Padre. Había amado a sus discípulos durante el ministerio que realizó en la tierra y ahora los amó hasta el final.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de salir de este mundo para ir al Padre, como había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que había llegado° su hora para que pasara de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban° en el mundo, los amó hasta el extremo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

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Juan 13:1
44 Referencias Cruzadas  

jugueteaba en el mundo creado, ¡me sentía feliz por el género humano!


me aparecí a él de lejos. Yo te he amado con amor eterno; por eso te sigo tratando con bondad.


Entonces regresó a donde estaban los discípulos y les dijo: –¿Aún seguís durmiendo y descansando? Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.


y enseñadles a cumplir todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.


Todos los días he estado con vosotros en el templo, y ni siquiera me tocasteis. Pero esta es vuestra hora, la del poder de las tinieblas.


Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén.


Faltaba poco para la fiesta de la Pascua de los judíos, y mucha gente de los pueblos se dirigía a Jerusalén, a celebrar antes de la Pascua los ritos de purificación.


Jesús les dijo: –Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.


Como Judas era el encargado de la bolsa del dinero, algunos pensaron que Jesús le decía que comprara algo para la fiesta o que diera algo a los pobres.


Os doy este mandamiento nuevo: Que os améis los unos a los otros. Así como yo os amo, debéis también amaros los unos a los otros.


Ya me oísteis decir que me voy, y que vendré para estar otra vez con vosotros. Si de veras me amaseis os habríais alegrado al saber que voy al Padre, porque él es más que yo.


pero así ha de ser, para que el mundo sepa que yo amo al Padre y que hago lo que él me ha encargado. “Levantaos, vámonos de aquí.


Salí del Padre para venir a este mundo, y ahora dejo el mundo para volver al Padre.”


Habiendo dicho estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: “Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.


Así como yo no soy del mundo, tampoco ellos son del mundo.


Les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y yo mismo esté en ellos.”


Ahora pues, Padre, dame en tu presencia la misma gloria que yo tenía contigo desde antes que existiera el mundo.


Pero como Jesús ya sabía todo lo que había de pasarle, salió a su encuentro y les preguntó: –¿A quién buscáis?


Después de esto, como Jesús sabía que ya todo se había cumplido, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: –Tengo sed.


Como se acercaba la fiesta de la Pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén;


Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.


Entonces quisieron apresarle, pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su hora.


Jesús les dijo: –Todavía no ha venido mi hora, aunque para vosotros cualquier hora es buena.


Jesús dijo estas cosas mientras enseñaba en el templo, en el lugar donde estaban las arcas de las ofrendas. Pero nadie le apresó, porque todavía no había llegado su hora.


Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.


Dios os mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie pueda reprocharos nada cuando regrese nuestro Señor Jesucristo.


Porque para tener parte con Cristo hemos de mantenernos firmes hasta el fin en la confianza que teníamos al principio.


Pero Cristo, como Hijo, es fiel sobre esta casa de Dios que somos nosotros mismos si mantenemos la seguridad y la alegría en la esperanza que poseemos.


Pero deseamos que cada uno de vosotros siga mostrando hasta el fin ese mismo entusiasmo, para que se realice completamente vuestra esperanza.


Por eso, estad preparados y usad de vuestro buen juicio. Poned toda vuestra esperanza en lo que Dios, en su bondad, va a daros cuando Jesucristo aparezca.


Nosotros amamos porque él nos amó primero.


y también de parte de Jesucristo, testigo fiel, que fue el primero en resucitar y tiene autoridad sobre los reyes de la tierra. Cristo nos ama y nos ha librado de nuestros pecados derramando su sangre,


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