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Lucas 12:4 - Biblia Castilian 2003

4 A vosotros os lo digo, amigos m os: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero después de esto no pueden hacer más.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 »Queridos amigos, no teman a los que quieren matarles el cuerpo; después de eso, no pueden hacerles nada más.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Yo les digo a ustedes, mis amigos: No teman a los que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada más.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y os digo amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden más hacer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 A vosotros os lo digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero después de esto no pueden hacer más.

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Lucas 12:4
20 Referencias Cruzadas  

El temor a los hombres es una trampa; quien conf a en Yahveh vive seguro.


Yo vengo a mi jard n, hermana, esposa m a, a coger de mi mirra y de mi bálsamo, a comer de mi panal y de mi miel, a beber de mi vino y de mi leche. Comed, amigos, y bebed, y embriagaos de amores.


Su boca es la dulzura y todo él deseable. Tal es mi amado, as es mi compa ero, muchachas de Jerusalén.


Pero tú, Israel, siervo m o, Jacob a quien eleg, estirpe de Abrahán, mi amigo,


As pues, c ete la cintura, levántate y diles todo lo que te mando. No tengas miedo ante ellos, no sea que yo te haga temerlos.


No tengas miedo ante ellos, pues contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -.


huyendo de los caldeos; pues los tem an, dado que Ismael, hijo de Netan as, hab a matado a Godol as, hijo de Ajicán, a quien el rey de Babilonia hab a puesto al frente del pa s.


En cuanto a ti, hijo de hombre, no los temas, ni temas tampoco sus palabras, aunque sean para ti cardos y espinas y tengas que vivir entre escorpiones; no temas sus palabras ni te desanimes por causa de ellos, pues son una raza rebelde.


No tengáis miedo a los que matan el cuerpo; que al alma no pueden matarla. Temed más bien a quien tiene poder para hacer que perezcan cuerpo y alma en la gehenna.


Nadie tiene mayor amor que el de quien da la vida por sus amigos.


Pero yo en nada estimo la vida, que sólo considero valiosa para terminar mi carrera y el ministerio que recib del Se or Jesús de anunciar el evangelio de la gracia de Dios.


Viendo la entereza de Pedro y de Juan, y habiendo comprobado que eran hombres iletrados y del vulgo, se maravillaban. Reconoc an que eran compa eros de Jesús.


sin dejaros amedrentar en nada por los adversarios. Esto será para ellos indicio cierto de perdición y para vosotros, de salvación. Y esto procede de Dios.


Y as se cumplió la Escritura que dice: Creyó Abrahán a Dios y esto se le tomó en cuenta como justicia y fue llamado amigo de Dios.


Aun en el caso de que tuvierais que padecer por la justicia, dichosos vosotros. No temáis sus amenazas ni tembléis.


No temas por lo que vas a padecer. Mira: el diablo va a arrojar a algunos de vosotros a la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez d as. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida'.


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