Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Levítico 26:11 - Biblia Castilian 2003

11 Pondré mi morada en medio de vosotros y no sentiré hast o de vosotros.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Viviré entre ustedes y no los despreciaré.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Tendré mi Morada entre ustedes y ya no los miraré mal.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Pondré mi Tabernáculo en medio de vosotros, y mi alma no os abominará,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Pondré mi morada en medio de vosotros y no sentiré hastío de vosotros.

Ver Capítulo Copiar




Levítico 26:11
27 Referencias Cruzadas  

Durante todo el tiempo en que anduve en medio de todos los israelitas, dije yo acaso a alguno de los jefes de Israel por m designados para apacentar a mi pueblo Israel: ¿por qué no me habéis edificado una casa de cedro?


Habitaré en medio de los israelitas y no abandonaré a mi pueblo Israel'.


Yo te he construido una casa para morada tuya, un lugar donde habites para siempre'.


Pero ¿es verdad que Dios habitará en la tierra? Si los cielos y los cielos de los cielos no tienen capacidad para contenerte ¡cuánto menos este templo que te he construido!


Enojóse el Se or contra su pueblo, llegando a abominar de su heredad.


En Judá el Se or es celebrado y su renombre es grande en Israel.


Al o rlo el Se or se enfureció y repudió de veras a Israel.


Harán para m un santuario, a fin de que habite en medio de ellos.


Habitaré en medio de los israelitas y seré su Dios.


Ellos reconocerán que yo soy Yahveh, su Dios, que les hice salir del pa s de Egipto para poner mi morada en medio de ellos. Yo, Yahveh, su Dios'.


No nos desprecies por amor a tu nombre, no deshonres el trono de tu gloria. ¡Acuérdate! ¡No rompas tu alianza con nosotros!


Desde ó su altar el Se or, Zain profanó su santuario; entregó los muros de sus palacios en poder del enemigo; éste gritó en la casa de Yahveh como en d a de fiesta.


As conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo, Yahveh, soy vuestro Dios, y no hay otro. Nunca más será mi pueblo abochornado.


No seguiréis las costumbres de la gente que yo echo de delante de vosotros. Los aborrezco por haber hecho estas cosas.


si menospreciáis mis leyes, detestáis mis preceptos y no cumpl s todos mis mandamientos, sino que rompéis mi alianza,


Pero antes tendrán que abandonar la tierra, a fin de que ella se desquite de sus sábados y se quede yerma durante su ausencia. Y ellos expiarán su falta, por haber menospreciado mis mandamientos y por haber sentido su alma fastidio de mis preceptos.


Pero, a pesar de todo eso, cuando estén en el pa s de sus enemigos no los desecharé ni sentiré tanto hast o de ellos que llegue a destruirlos, rompiendo mi alianza con ellos, porque yo soy Yahveh, su Dios,


En el plazo de un mes desped a tres pastores; pero perd la paciencia con las ovejas, y ellas también se cansaron de m.


en el cual también vosotros sois edificados juntamente, hasta formar el edificio de Dios en el Esp ritu.


Yahveh lo ha visto, y ha rechazado, lleno de ira, a sus hijos y a sus hijas.


Y si en verdad el pa s del que habéis tomado posesión es impuro, pasaos a la tierra que pertenece a Yahveh, all donde él ha establecido su morada, y tomad posesiones en medio de nosotros. Pero no os rebeléis contra Yahveh, ni os rebeléis contra nosotros construyendo para vosotros un altar, aparte del altar de Yahveh, nuestro Dios.


Entonces Pinjás, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los rubenitas, los gaditas y los manasitas: 'Ahora reconocemos que Yahveh está en medio de nosotros, puesto que no habéis cometido esa perfidia contra Yahveh y habéis librado as a los israelitas de la mano de Yahveh'.


O una gran voz que proced a del trono, la cual dec a: 'Aqu está la morada de Dios con los hombres. Morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos.


Por eso están ante el trono de Dios y le dan culto d a y noche en su santuario, y el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos