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Jonás 1:14 - Biblia Castilian 2003

14 Entonces clamaron a Yahveh, diciendo: '¡Oh Yahveh! ¡Que no perezcamos nosotros por causa de este hombre, ni nos hagas responsables de sangre inocente, ya que tú, Yahveh, has hecho lo que has querido!'.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Entonces clamaron al Señor, Dios de Jonás: «Oh Señor —le rogaron—, no nos dejes morir por el pecado de este hombre y no nos hagas responsables de su muerte. Oh Señor, has enviado esta tormenta sobre él y solo tú sabes por qué».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Entonces invocaron a Yavé y le dijeron: 'Oh Yavé, no nos hagas perecer a todos por causa de este hombre, ni nos consideres culpables de su muerte, ya que tú, Yavé, has obrado todo según deseabas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Entonces clamaron a YHVH, y dijeron: ¡Oh YHVH, te rogamos, no nos hagas perecer por la vida de este hombre, ni nos imputes sangre inocente, porque tú, oh YHVH, has hecho del modo que te agrada!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Entonces clamaron a Yahveh, diciendo: '¡Oh Yahveh! ¡Que no perezcamos nosotros por causa de este hombre, ni nos hagas responsables de sangre inocente, ya que tú, Yahveh, has hecho lo que has querido!'.

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Jonás 1:14
15 Referencias Cruzadas  

El que derramare la sangre del hombre, por el hombre será derramada la suya; porque a imagen de Dios hizo Dios al hombre.


En la angustia se vuelven al Se or y él los saca de pesares;


Nuestro Dios está en los cielos, y todo cuanto quiere puede hacer.


Él hace cuanto quiere en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.


Yahveh, en la angustia te buscamos, murmuramos oraciones cuando tu castigo estaba sobre nosotros.


Aquellos hombres, a fuerza de remos, trataban de alcanzar tierra firme; pero no pudieron, porque el mar segu a embravecido.


Aquellos hombres sintieron gran temor de Yahveh, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron votos.


Los marineros se asustaron y cada uno invocaba a su dios, mientras arrojaban al mar el cargamento de la embarcación, a fin de aligerarla. Jonás, entre tanto, hab a bajado a la bodega de la nave y dorm a profundamente.


V stanse de saco hombres y animales, clamen a Dios con vehemencia, y conviértase cada cual de su mala conducta y de la violencia de sus manos.


S, Padre; as lo has querido tú.


Cuando los nativos vieron el reptil pendiente de su mano, se dec an unos a otros: 'Muy criminal debe de ser este hombre cuando, salvado del mar, la justicia divina no le deja seguir viviendo'.


En él mismo hemos sido también agraciados con la herencia, predestinados - según el previo decreto del que lo impulsa todo conforme a la decisión de su voluntad -


dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según el benévolo designio que se hab a formado de antemano


Absuelve, Yahveh, a tu pueblo Israel, a quien rescataste, y no permitas que se derrame sangre inocente en medio de Israel, tu pueblo; que esta sangre sea para ellos sangre de expiación'.


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