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Génesis 19:4 - Biblia Castilian 2003

4 No se hab an acostado todav a, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa, jóvenes y viejos, todo el pueblo sin excepción.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 pero antes de que se fueran a dormir, todos los hombres de Sodoma, tanto jóvenes como mayores, llegaron de todas partes de la ciudad y rodearon la casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa: ¡estaba el pueblo entero!

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas,° rodearon la casa: jóvenes y ancianos, toda la población, hasta el último.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 No se habían acostado todavía, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa, jóvenes y viejos, todo el pueblo sin excepción.

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Génesis 19:4
12 Referencias Cruzadas  

Eran los habitantes de Sodoma en gran manera malos y pecadores ante Yahveh.


Dijo entonces Yahveh: 'El clamor contra Sodoma y Gomorra es grande, y su pecado muy grave.


Toda la comunidad de los israelitas se puso a murmurar en el desierto contra Moisés y Aarón.


No te dejes arrastrar por la mayor a para hacer el mal, ni violentes la justicia en un proceso por seguir la opinión de la mayor a,


Porque ellos no duermen si no hacen mal, no concilian el sue o si no hacen tropezar;


corazón que maquina iniquidades, pies que corren raudos al mal,


los profetas profetizan con mentira, los sacerdotes gobiernan por su cuenta, y mi pueblo as lo quiere. Pero ¿qué haréis cuando llegue el fin?


para hacer el mal están prontas sus manos, por hacer el bien el pr ncipe exige paga, el juez juzga por recompensa, el grande sigue su propio capricho: todos tejen sus tramas.


veloces son sus pies para verter sangre,


Mientras estaban reconfortando su corazón, unos hombres, hijos de Belial, rodearon la casa y, golpeando la puerta, dec an al anciano, due o de la casa: 'Saca al hombre que entró en tu casa, para que lo conozcamos'.


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