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1 Juan 4:12 - Biblia Castilian 2003

12 A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Nadie jamás ha visto a Dios; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor llega a la máxima expresión en nosotros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 A Dios no lo ha visto nadie jamás; pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros y su amor da todos sus frutos entre nosotros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 A Dios nadie jamás lo vio;° si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor ha sido perfeccionado en nosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

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1 Juan 4:12
14 Referencias Cruzadas  

A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo único, Dios, el que está en el seno del Padre, él es quien lo dio a conocer.


En el que guarda su palabra, en éste verdaderamente ha llegado a su plenitud el amor de Dios. En esto conocemos que estamos en él.


el único poseedor de la inmortalidad, que habita en la región inaccesible de la luz, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A él, honor e imperio eterno. Amén.


Si alguno dice: 'Yo amo a Dios', pero odia a su hermano, es mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.


El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Esp ritu que nos ha dado.


Y a adió: 'Pero tú no puedes ver mi rostro, pues el hombre no puede verme y seguir después con vida'.


Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos escucha. El que no es de Dios, no nos escucha. De este modo distinguimos al esp ritu de la verdad del esp ritu del error.


¡Al rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén!


Hablo yo con él cara a cara, en visión directa y no en enigmas; él contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué, pues, os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?'.


Jacob le preguntó: 'Revélame ahora tu nombre'. Contestó él: '¿Para qué preguntas por mi nombre?'. Y le bendijo all mismo.


Por la fe dejó Egipto, sin dejarse atemorizar por la ira del rey, ya que se mantuvo en su resolución como quien ve a al Invisible.


Ahora quedan fe, esperanza, amor: estos tres. Pero el mayor de ellos es el amor.


Y nosotros hemos llegado a conocer y a creer en el amor que Dios tiene por nosotros. Dios es amor: y quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él.


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