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1 Juan 3:12 - Biblia Castilian 2003

12 No como Ca n, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 No debemos ser como Caín, quien pertenecía al maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque Caín hacía lo malo y su hermano lo recto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 No imitemos a Caín, que era del Maligno, y mató a su hermano. Y ¿por qué lo mató? Porque él hacía el mal, y su hermano hacía el bien.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 No como Caín, que era del maligno y asesinó a su hermano;° ¿y por qué razón lo asesinó? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 No como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

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1 Juan 3:12
31 Referencias Cruzadas  

Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio superior al de Ca n: sacrificio que lo acreditó como justo. Fue el mismo Dios quien lo acreditó aceptando sus ofrendas. Y por esta misma fe sigue hablando aún después de muerto.


Abominación de los justos es el inicuo; abominación de los malvados, el de recta conducta.


Adán conoció de nuevo a su mujer, que dio a luz un hijo, al que puso por nombre Set, diciendo: 'Dios me ha concedido otro descendiente en lugar de Abel, a quien mató Ca n'.


¡Ay de ellos! Porque se fueron por el camino de Ca n, por un salario se sumergieron en el extrav o de Balaán y perecieron en la rebelión de Coré.


desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacar as, asesinado entre el altar y el santuario. S, os digo que se le pedirá cuenta a esta generación.


para que as caiga sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacar as, hijo de Baraqu as, a quien matasteis entre el santuario y el altar.


Los sanguinarios odian al inocente, los rectos se preocupan por su vida.


Por eso se extra an de que no concurráis a ese desbordamiento de liviandad y os insultan.


a Jesús, mediador de una nueva alianza, y a la sangre rociada, que habla más elocuentemente que la de Abel.


Los que atentan contra mi vida son potentes, numerosos los que me odian sin motivo.


Maquinan los imp os contra el justo Záin y rechinan sus dientes contra él,


El que comete pecado del diablo es, porque el diablo peca desde el principio. Para esto se manifestó el Hijo de Dios: para destruir las obras del diablo.


¿A quién de entre los profetas no persiguieron vuestros padres? Incluso dieron muerte a los que preanunciaban la venida del Justo, a quien vosotros, ahora habéis traicionado y asesinado;


Jesús les respondió: 'Os he hecho ver muchas buenas obras que vienen del Padre. ¿Por cuál de ellas me queréis apedrear?'.


Él insist a: 'Pero, ¿qué mal ha hecho?'. Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: '¡Que sea crucificado!'.


el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, la ciza a son los hijos del Malo;


Cuando alguien oye la palabra del reino sin profundizarla, viene el Malo y arrebata lo sembrado en su corazón; éste representa lo sembrado al borde del camino.


Vi que la mujer estaba ebria de la sangre del pueblo santo y de la sangre de los testigos de Jesús. Su visión me dejó estupefacto.


De hecho, vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las iglesias de Dios congregadas en Judea en el nombre de Cristo Jesús, pues habéis sufrido de parte de vuestros propios compatriotas las mismas pruebas que ellos sufrieron de parte de los jud os,


Por su parte, Absalón no habló palabra con Amnón, ni buena ni mala, porque lo odiaba por haber forzado a su hermana Tamar.


Cruel es el furor, hirviente la cólera, pero ¿quién resistirá a los celos?


Vuestro hablar sea: al s, s; al no, no. Lo que de esto excede, proviene del Malo.


Pero ahora pretendéis matarme: precisamente a m que os he dicho la verdad, la verdad que he o do estando junto a Dios. Eso no lo hizo Abrahán.


Haced vosotros las obras de vuestro padre'. Ellos le dijeron: '¡Nosotros no somos hijos de prostitución! ¡Un solo Padre tenemos: Dios!'.


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