Todo el día pervierten mis palabras; todos sus pensamientos contra mí son para mal.
Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Siempre tergiversan lo que digo; se pasan el día tramando cómo hacerme daño.
Oigo todo el día palabras hirientes, no piensan más que en hacerme daño.
Todo el día pervierten mis palabras, Todos sus pensamientos son contra mí para mal.
Del Señor yo celebro la palabra confiando en Dios no temo, ¿qué puede hacerme el hombre?