Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no se regocijen sobre mí mis enemigos.
Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.
¡Confío en ti, mi Dios! No permitas que me avergüencen, ni dejes que mis enemigos se regodeen en mi derrota.
a ti que eres mi Dios. En ti he confiado, que no quede avergonzado ni se rían de mí mis enemigos.
b ¡Dios mío, en ti confío! No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.
en tí, mi Dios, confío. Que no sufra vergüenza, que no tengan en mí mis enemigos motivo de alegría.