y digas: ¡Cómo he aborrecido la instrucción, y mi corazón ha despreciado la corrección!
Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión;
Dirás: «¡Cuánto odié la disciplina! ¡Si tan solo no hubiera despreciado todas las advertencias!
y dirás: '¿Cómo pude rechazar las advertencias y despreciar tantos sabios consejos?'
Entonces dirás: ¿Por qué aborrecí la corrección, Y mi corazón menospreció la reprimenda?
y digas: '¡Cómo desprecié la instrucción! ¡Mi corazón desdeñó los reproches,