Al oír esto, las multitudes se admiraban de su enseñanza.
Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina.
Cuando las multitudes lo escucharon, quedaron atónitas ante su enseñanza.
Era mucha la gente que escuchaba a Jesús, y estaba asombrada de sus enseñanzas.
Y las multitudes, oyéndolo, se maravillaban de su doctrina.
Y al oír esto, la gente se maravillaba de su doctrina.