Nuestra piel quema como un horno, a causa de los ardores del hambre.
Nuestra piel se ennegreció como un horno A causa del ardor del hambre.
El hambre hizo ennegrecer nuestra piel como si hubiera sido quemada en el horno.
Nuestra piel abrasa como un horno, por el ardor del hambre.
Nuestra piel arde como un horno, a causa de los ardores del hambre.
Nuestra piel abrasa como un horno por los ardores del hambre.