Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos.
Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
Había un hombre llamado Nicodemo, un líder religioso judío, de los fariseos.
Entre los fariseos había un personaje judío llamado Nicodemo. Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo:
Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un magistrado de los judíos.
Había en el partido de los fariseos un hombre llamado Nicodemo, dignatario entre los judíos.