Cuánto menos cuando dices que no le contemplas, que la causa está delante de Él y tienes que esperarle.
¿Cuánto menos cuando dices que no haces caso de él? La causa está delante de él; por tanto, aguárdale.
Tú dices que no puedes verlo; sin embargo, si esperas, te hará justicia.
Peor todavía si dices que no encuentras a Dios, y que después de preparar tu defensa lo esperas.
¡Cuánto menos cuando tú dices que no lo ves, Que la causa está ante Él y sigues esperando!
Cuánto más cuando dices: no hace caso, ante él está mi pleito y todavía espero;