Se ha convertido en duelo mi arpa, y mi flauta en voz de los que lloran.
Se ha cambiado mi arpa en luto, Y mi flauta en voz de lamentadores.
Mi arpa toca música triste, y mi flauta acompaña a los que lloran.
Tomé mi cítara para la lamentación y mi flauta se puso a tono con las lloronas.
Por eso mi arpa tañe con dolor, Y mi flauta es voz de los que lloran.
Mi cítara acompaña lamentos; mi flauta, la voz de plañideros.