Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvados.
Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
«Ya se acabó la cosecha, y el verano se ha ido —se lamenta el pueblo—, ¡y todavía no hemos sido salvados!».
Pasó la siega y se acabó el verano, pero nosotros no hemos sido salvados.
Pasó la siega, se acabó el verano, Y nosotros no hemos sido salvados.
Pasó la siega, terminó el verano, pero nosotros no hemos sido salvados.