«Tu plata y tu oro son míos; míos son también tus mujeres y tus hijos más hermosos».
Así ha dicho Ben-adad: Tu plata y tu oro son míos, y tus mujeres y tus hijos hermosos son míos.
“¡Tu plata y tu oro son míos, igual que tus esposas y tus mejores hijos!”».
para que le entregaran este mensaje: 'Así habla Ben-Hadad: Tu ejército y tu oro son míos, tus mujeres y tus hijos son míos'.
Así ha dicho Ben-hadad: Tu plata y tu oro son míos; tus mujeres y los mejores de tus hijos son míos.
para que le dijeran: 'Esto dice Ben Hadad: 'Tu plata y tu oro me pertenecen, lo mismo que tus mujeres y tus mejores hijos''.