En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.
En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
Los que son espirituales pueden evaluar todas las cosas, pero ellos mismos no pueden ser evaluados por otros.
En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, y a él nadie lo puede juzgar.
En cambio, el espiritual juzga todas las cosas, pero él no es juzgado por nadie.
Por el contrario, el hombre dotado de Espíritu puede examinar todas las cosas, mientras que él no puede ser examinado por nadie.