Que lleguen a tu presencialos gemidos de los cautivos,y por la fuerza de tu brazosalva a los condenados a muerte.
Llegue delante de ti el gemido de los presos; Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte,
Escucha el lamento de los prisioneros. Demuestra tu gran poder al salvar a los condenados a muerte.
Que hasta ti llegue la queja del prisionero; con tu potente brazo salva a los condenados a muerte.
¡Llegue ante ti el gemido del cautivo! Conforme a la grandeza de tu brazo, preserva a los sentenciados a muerte,°
Que a tu presencia llegue el llanto del cautivo y, conforme a la grandeza de tu brazo, salva a los condenados a la muerte.