Ante ti, Señor, están todos mis deseos;no te son un secreto mis anhelos.
Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto.
Señor, tú sabes lo que anhelo; oyes todos mis suspiros.
Señor, ante ti están todos mis deseos, no se te ocultan mis gemidos.
¡Oh Adonay, ante ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto!
Estoy entorpecido, del todo quebrantado, rugiendo de los bramidos de mi pecho.