Que sobre la cabeza de mis perseguidoresrecaiga el mal que sus labios proclaman.
En cuanto a los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.
Que mis enemigos sean destruidos por el mismo mal que han planeado contra mí.
Que no alcen la cabeza los que me asedian, que la malicia de sus labios los ahogue;'
En cuanto a los que por todas partes me rodean, La malicia de sus propios labios cubrirá sus cabezas.
no consientas, Señor, el antojo del malvado, no secundes su plan y que se engría.