Me hizo bien haber sido afligido,porque así llegué a conocer tus decretos.
Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
El sufrimiento me hizo bien, porque me enseñó a prestar atención a tus decretos.
Fue bueno para mí que me humillaras, para que así aprendiera tus preceptos.
Saludable me ha sido la aflicción para aprender tus mandamientos.