No me quites de la boca la palabra de verdad,pues en tus juicios he puesto mi esperanza.
No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, Porque en tus juicios espero.
No arrebates de mí tu palabra de verdad, pues tus ordenanzas son mi única esperanza.
Que no se me olvide la palabra de verdad, pues espero en tus juicios.
No quites jamás de mi boca la palabra de verdad, Porque en tus juicios espero ansiosamente.
No arranques de mi boca la palabra de verdad: yo confío en tus decretos,