En el crisol se prueba la plata;en el horno se prueba el oro;ante las alabanzas, el hombre.
El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba.
El fuego prueba la pureza del oro y de la plata, pero la persona es probada por las alabanzas que recibe.
Se prueba la plata en el fuego, se coloca el oro en el crisol: cada uno debe probar a los que lo adulan.
El crisol prueba la plata y la hornaza el oro, Y al hombre la boca de quien lo alaba.
Como la plata del crisol y el oro del horno, así el hombre depende de su fama.