Con paciencia se convence al gobernante.¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!
Con larga paciencia se aplaca el príncipe, Y la lengua blanda quebranta los huesos.
La paciencia puede persuadir al príncipe, y las palabras suaves pueden quebrar los huesos.
Con perseverancia se puede convencer al juez; la lengua blanda rompe el hueso.
Con la mucha paciencia se aplaca al príncipe, Pues la lengua blanda quebranta los huesos.°
Con paciencia se ablanda al juez, la lengua suave quebranta los huesos.