El malvado es inflexible en sus decisiones;el justo examina su propia conducta.
El hombre impío endurece su rostro; Mas el recto ordena sus caminos.
El perverso finge para salir del apuro, pero el honrado piensa antes de actuar.
El malvado aparenta seguridad, el hombre honrado da pasos seguros.
El malvado se presenta desafiante, Pero el recto examina su camino.
El malvado lleva la osadía en su rostro, el hombre recto corrige su pasos.