El hijo sabio atiende a la corrección de su padre,pero el insolente no hace caso a la reprensión.
El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.
El hijo sabio acepta la disciplina de sus padres; el burlón se niega a escuchar la corrección.
Un hijo sabio atiende los consejos de su padre, el burlón no toma en cuenta los reproches.
El hijo sabio toma consejo del padre, Pero el burlador no escucha la reprensión.
El hijo sabio ama la instrucción, el insolente no tolera reprensiones.