El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad.
El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda.
El rey se compadeció y lo dejó libre; más todavía, le perdonó la deuda.
Y movido a compasión, el señor de aquel siervo lo soltó y le perdonó la deuda.
Movido a compasión el señor de aquel siervo lo dejó en libertad y, además, le perdonó la deuda.