—¿Acaso soy un bandido —dijo Jesús—, para que vengáis con espadas y palos a arrestarme?
Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme?
Jesús les preguntó: «¿Acaso soy un peligroso revolucionario, para que vengan con espadas y palos para arrestarme?
Jesús dijo a la gente: 'A lo mejor buscan a un ladrón y por eso han salido a detenerme con espadas y palos.
Y tomando la palabra Jesús, les dijo: ¿Como contra un bandido salisteis con espadas y garrotes a apresarme?
Entonces Jesús tomó la palabra y les dijo: '¿Como a un ladrón habéis salido con espadas y palos a prenderme?