Así que no os afanéis por lo que habéis de comer o beber; dejad de angustiaros.
Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
»No se inquieten por lo que van a comer o lo que van a beber. No se preocupen por esas cosas.
No estén pendientes de lo que comerán o beberán: ¡no se atormenten!
Vosotros pues no busquéis qué comer° o qué beber,° ni os afanéis;
Por tanto, no andéis buscando qué habéis de comer y de beber; no os inquietéis por eso.