El joven levita aceptó quedarse a vivir con él, y fue para Micaías como uno de sus hijos.
Agradó, pues, al levita morar con aquel hombre, y fue para él como uno de sus hijos.
El joven levita aceptó y pasó a ser como uno de los hijos de Micaía.
El levita aceptó quedarse en la casa de ese hombre y ser para él como uno de sus hijos.
Y el levita aceptó vivir con aquel hombre, y el joven llegó a ser para él como uno de sus hijos.
El levita accedió a quedarse con aquel hombre y fue para él como uno de sus hijos.