—Entonces, Señor, ¡no sólo los pies sino también las manos y la cabeza!
Le dijo Simón Pedro: Señor, no solo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
—¡Entonces, lávame también las manos y la cabeza, Señor, no solo los pies! —exclamó Simón Pedro.
Entonces Pedro le dijo: 'Señor, lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.
Le dice Simón Pedro: ¡Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!
Dícele Simón Pedro: 'Señor, no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza'.