Todo es lo mismo; por eso digo:“A buenos y a malos destruye por igual.”
Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.
Inocente o perverso, para Dios es lo mismo, por eso digo: “Él destruye tanto al intachable como al perverso”.
Pues todo es igual, y puedo decir: Le quita la vida tanto al bueno como al malo.
Todo es una misma cosa, Por eso digo que Él destruye al inocente y al malvado.
¡Todo es igual! Por eso digo: él hace perecer al justo y al culpable.