»No puedo dejar de mencionar sus extremidades,su fuerza y su elegante apariencia.
No guardaré silencio sobre sus miembros, Ni sobre sus fuerzas y la gracia de su disposición.
»Quiero hacer hincapié en las extremidades del Leviatán, en su enorme fuerza y en su apariencia tan llena de gracia.
Sus narices echan humo, como caldera hirviente al fuego.
No dejaré de describir sus miembros, Ni su fuerza incomparable.
De sus narices se elevan vapores como de caldero que hierve al fuego.