¡Que sufra el pecador su propia destrucción!¡Que beba de la ira del Todopoderoso!
Verán sus ojos su quebranto, Y beberá de la ira del Todopoderoso.
Que vean con sus propios ojos su destrucción, y beban en abundancia del enojo del Todopoderoso.
Que vea su ruina con sus propios ojos, que beba la cólera del Todopoderoso.
¡Vean sus propios ojos su ruina, y beba él mismo de la ira de ’El-Shadday!
¡Que sus ojos contemplen la miseria, y beba el furor de Sadday!