»Vosotros decís: “Vamos a acosarlo,porque en él está la raíz del mal.”
Mas debierais decir: ¿Por qué le perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
»¿Cómo se atreven a seguir persiguiéndome, diciendo: “Es su propia culpa”?
Ustedes que tratan de condenarme y buscan pretextos contra mí,
Porque si la raíz de mi situación está en mí mismo, Entonces, ¿por qué decís: Persigámoslo?
Y si decís, ¿cómo perseguirlo; qué pretexto hallaremos contra él?,