Estoy rodeado de burlones;¡sufren mis ojos su hostilidad!
No hay conmigo sino escarnecedores, En cuya amargura se detienen mis ojos.
Estoy rodeado de burlones; observo que se mofan de mí de manera implacable.
¿No soy acaso el blanco de las burlas y mis noches envenenan sus insolencias?
No hay sino escarnecedores conmigo, Y mis ojos tienen que soportar su provocación.
En verdad, soy objeto de escarnios; paso las noches en amarguras.