Los salteadores viven tranquilos en sus tiendas;confiados viven esos que irritan a Diosy piensan que pueden controlarlo.
Prosperan las tiendas de los ladrones, Y los que provocan a Dios viven seguros, En cuyas manos él ha puesto cuanto tienen.
Los ladrones están en paz y los que provocan a Dios viven seguros, aunque todavía siguen bajo el control de Dios.
Los salteadores viven tranquilos en sus casas, pueden provocar a Dios con toda seguridad, se lo han echado al bolsillo.
Prosperan las moradas de los ladrones, Y los que provocan a Dios están seguros, Como si todo lo hubiera puesto Él en sus manos.
Gozan de paz en sus tiendas los bandidos, tienen tranquilidad los que irritan a Dios, los que llevan a Dios en su mano.