«Yo decía: “¿Debo, en la plenitud de mi vida,pasar por las puertas del sepulcroy ser privado del resto de mis días?”
Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años.
Yo dije: «¿En la flor de mi vida tengo que entrar en el lugar de los muertos? ¿Acaso seré privado del resto de mis años?».
Yo decía: En la mitad de mis días ya me marcho; seré encerrado para el resto de mis años en el lugar adonde van los muertos.
Yo me dije: ¡En lo mejor de mis días entraré por las puertas del Seol! ¡Privado soy del resto de mis años!
'Yo decía: en la mitad de mis días he de irme; en las puertas del seol se me cita para el resto de mis años.