Pero una vez más el faraón endureció su corazón y no dejó que el pueblo se fuera.
Mas Faraón endureció aun esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.
Pero el faraón volvió a ponerse terco y se negó a dejar salir al pueblo.
Sin embargo Faraón endureció su corazón también esta vez, y no dejó partir al pueblo.