—Si alguien te amenaza —insistió el rey—, tráemelo para que no vuelva a molestarte.
Y el rey dijo: Al que hablare contra ti, tráelo a mí, y no te tocará más.
—Si alguien se opone —le dijo el rey—, tráemelo. ¡Te aseguro que nunca más volverá a hacerte daño!
El rey replicó: 'Tráeme al que te amenazó y te prometo que no volverá más a hacerte el mal'.
Y dijo el rey: Al que hable contra ti, hazlo venir a mí y no volverá a tocarte más.
El rey añadió: 'A quien hable contra ti, tráemelo; pues no volverá a molestarte'.