David se puso a rogar a Dios por él; ayunaba y pasaba las noches tirado en el suelo.
Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra.
Así que David le suplicó a Dios que perdonara la vida de su hijo, y no comió, y estuvo toda la noche tirado en el suelo.
David pidió a Dios por su hijo, se negaba a comer y cuando regresó a su casa, dormía en el suelo.
Y David rogó a Ha-’Elohim por el niño, y ayunó David y se retiró, y pasaba la noche acostado en el suelo.
Rogó David a Dios por el niño, ayunaba con rigor y pasaba las noches acostado en el suelo.